Del curso: Fundamentos de la gestión del tiempo

Aprender a priorizar

Del curso: Fundamentos de la gestión del tiempo

Aprender a priorizar

Si no tienes la costumbre de apuntar en una lista tus tareas pendientes y las ideas que se te vayan ocurriendo, deberías empezar por abrirte una. Yo recomiendo las tareas de Google Calendar y que las sincronices en el teléfono con una aplicación muy sencilla llamada Tasks. Pero hay otras opciones en el mercado con las que merece la pena experimentar también. Puedes empezar con una lista de tareas pendientes, en la que entre de todo: una especie de cajón de sastre. Y, a partir de ahí, ir determinando su importancia para conseguir tus objetivos o para cumplir las necesidades del proyecto. Ya con tu lista de tareas preparada, da igual el número de tareas pendientes que tengas: 5, 10, 30, 100, lo que vamos a hacer ahora es determinar su jerarquía. Evidentemente, no todas las tareas son iguales, sino que hay algunas más importantes que otras. Y, ahora, dado que las tareas más importantes tienen prioridad de ejecución, a estas tareas las llamaremos, precisamente, "prioridades". Hay personas que prefieren hacer esto lo primero cada día. Para mí, el mejor momento en el que identificar y decidir tus tareas más importantes es el final de cada día. De hecho, suele ser la última decisión que tomo antes de finalizar mi jornada. ¿Por qué? Personalmente, no quiero que mi primera tarea cada mañana sea decidir qué será lo siguiente con lo que me tengo que poner. Así que la última pregunta que has de hacerte cada día antes de levantarte de tu espacio de trabajo es: "Si mañana solo pudiera hacer una cosa, ¿cuál sería?" "¿Qué es lo que tengo que hacer mañana para sentir que mi día ha sido realmente eficaz?" La respuesta a esa pregunta será tu prioridad del día siguiente. No hay tarea ni acción más importante en tu jornada laboral que tu prioridad del día; y, en su resolución, has de concentrar tu recursos. La prioridad es esa tarea que, una vez realizada, hace que sepas que tu día ha sido realmente efectivo. Además de la prioridad, es conveniente que escojas 2 o 3 tareas más, a las que puedes llamar "objetivos del día". Lo que ocurrirá una vez que hagas esto, es que la tarde anterior dejarías ya programado el comienzo de tu día siguiente. Dependiendo de las particularidades de tu jornada, unos días comenzarás directamente con tu prioridad, y otros, con alguno de los objetivos que te has marcado para ese día. Así, al día siguiente, en cuanto vuelvas a tu espacio de trabajo te pones, inmediatamente, por ejemplo, con tu prioridad. Y momento a momento, concentrándote en la tarea que tú misma has escogido, continúas hasta acabarla. Una vez que hayas acabado tu prioridad, te pones con los dos objetivos del día. Concéntrate en realizar estas dos tareas de manera excelente, lo mejor posible. No se trata de una carrera contrarreloj, sino de una labor de excelencia. Esto es absolutamente necesario para una óptima gestión del tiempo. No se trata de hacer más, sino se trata de hacer con más calidad. Buscamos ser eficientes en nuestros actos, por eso estás en este curso, y por eso recordarás concentrarte en realizar tus tareas lo mejor posible. Para cuando hayas acabado tu prioridad y tus dos objetivos, sabrás que tu día ha sido muy productivo; tu trabajo, efectivo, porque has hecho aquello imprescindible e importante, para llegar a donde tú te has marcado.

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