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Emergencia habitacional

Personas sin hogar dormirán ante el Ayuntamiento de Badalona en protesta por el cierre de un albergue: "Albiol no ha hecho nada"

Desde la clausura del único equipamiento municipal para 'sintecho', la cuarentena de usuarios que estaban allí acogidos vuelven a pasar las noches en la calle

La 'sindica de greuges' de Catalunya abre una actuación de oficio por el cierre de Can Bofí Vell, el único albergue para sintecho de Badalona

Rocío Caparrós, antigua usuaria del albergue para personas 'sintecho' de Badalona, sostiene el blíster donde guarda las pastillas que ha de tomar. Le acompaña Carlos García, también usuario de Can Vofí Vell

Rocío Caparrós, antigua usuaria del albergue para personas 'sintecho' de Badalona, sostiene el blíster donde guarda las pastillas que ha de tomar. Le acompaña Carlos García, también usuario de Can Vofí Vell / EL PERIÓDICO

Gerardo Santos

Gerardo Santos

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Un grupo de los antiguos usuarios del que fue el único albergue de Badalona para personas 'sintecho', Can Bofí Vell, ha decidido que pasarán la noche en los bancos de la plaza de la Vila, frente al Ayuntamiento liderado por Xavier Garcia Albiol. Lo hacen como protesta tras el cierre del equipamiento, que tuvo lugar el pasado 29 de abril: "Los servicios sociales municipales han hecho acompañamiento [a los antiguos usuarios del albergue], una tarea impecable, muchas personas se han dejado ayudar y otras no. Hay personas que no quieren, y que tienen una situación muy complicada", explicaba este martes el primer teniente de Alcaldía, Juan Fernández, ante los micrófonos de la televisión pública badalonesa.

El Ayuntamiento de Badalona acumula una deuda de 1,7 millones de euros con la cooperativa Suara, que gestionaba el centro desde su apertura, en el año 2020. El impago, que se remonta a finales de 2021, ha provocado que la entidad no renueve la licitación del servicio. Así, las más de 40 personas que allí se alojaban ya no cuentan con el albergue. Douniane Baraab, Rocío Caparrós y Carlos García son tres de ellas. Aunque sus historias difieren en el origen, los tres han conocido el mismo final: tras meses alojados en Can Bofí Vell, vuelven a malvivir en la calle.

A Douniane le gusta dirigirse, algunos sábados, al Port de Badalona junto al Grup Cantaquetx para cantar habaneras. También ha sido voluntario en El Círcol para dar clases a niños y niñas, entidad cultural con la que también ha participado en la Liga Catalana de Ajedrez, una de sus mayores aficiones, explica Baraab, mientras recuerda sus mejores clasificaciones en torneos de ajedrez. El portavoz de Badalona Acull, Jaume Ventura, le describía de la siguiente manera durante el anterior Pleno municipal: "Es una persona comprometida, con ganas de hacer cosas para Badalona". La entidad, que se preocupa de ofrecer asistencia a personas en riesgo de exclusión social, tomó la palabra en el Pleno de abril para denunciar la situación en que han quedado estas personas y para pedir la celebración ―sin éxito, ya que la mayoría absoluta del PP lo impidió―, de un Pleno monográfico sobre el cierre de Can Bofí Vell.

Rocío Caparrós y Carlos García se describen como 'BTV', es decir, "badaloneses de toda la vida". Desde el 29 de abril, ambos vuelven a dormir al raso. Lo hacen juntos, para evitar la soledad. "Estamos en la calle sin comer, sin dormir, sin nada de nada", dice Carlos, que llevaba alrededor de un año siendo atendido en Can Bofí Vell. Ahora, más allá de la asistencia que les ofrece Badalona Acull y de la generosidad de algunos establecimientos de la ciudad, que les dispensan lo que no han podido vender durante el día, no disponen de más ayudas: "En el albergue por lo menos teníamos comida y techo, si nos quitan eso nos quedamos sin nada ―apunta García―. Albiol no tiene sentimientos, no tiene corazón, y mira que yo le había votado un par de veces".

Rocío tiene una cardiopatía crónica, ha sido operada a corazón abierto y tiene un triple bypass coronario. "Soy la primera mujer que entró a Can Bofí Vell', insiste. Ha de tomar bastantes pastillas diarias para tratar su enfermedad, lo que debería comportar el mantener una dieta más o menos saludable: "Esto no son maneras, un día comemos y al otro no", se lamenta. Desde Badalona Acull recuerdan que en el albergue clausurado, además de ofrecerles a los usuarios comida, cena y techo, también les ayudaban a mantenerse al día de las medicaciones. "En Can Bofí Vell éramos como una familia, pero desde que cerró cada uno se ha tenido que buscar la vida", asume Caparrós, que malvive con los apenas 700 euros que cobra de ayuda, cantidad que se dividen entre ella y García, y que "no llega para vivir", denuncian.

Imagen de la masía de Can Bofí Vell de Badalona, antiguo albergue municipal para personas 'sintecho'

Imagen de la masía de Can Bofí Vell de Badalona, antiguo albergue municipal para personas 'sintecho' / ACN

En esta situación, algunos de los antiguos usuarios del servicio han decidido que, ya que han de pasar las noches al raso, a partir de ahora lo harán delante del Ayuntamiento para visibilizar su situación: "Sabemos que no nos van a dar nada, como siempre, pero al menos queremos reivindicar nuestros derechos, como personas que somos". "No pedimos dinero, pedimos un techo donde alojarnos y algo para llevarnos a la boca", insisten.

Douniane explica que tardó unos dos años en conseguir el padrón en Badalona, y que ahora está preocupado porque aunque finalmente lo consiguió, figura empadronado en el propio albergue. Aunque las instalaciones siguen allí, y otra entidad podría acometer el servicio que hasta finales de abril realizaba Suara, no hay visos que Can Bofí Vell vuelva a acoger personas 'sintecho', como mínimo en las condiciones que se trabajaban hasta el cierre, a tenor de las declaraciones del primer teniente de Alcalde, Juan Fernández, a Badalona Comunicació: "No volverá a abrir, se hará un servicio similar, pero con un formato absolutamente diferente".

Polémica con la Síndica

A las críticas en bloque de la oposición en el Pleno municipal se unía la semana pasada la actuación de la 'síndica de greuges' de Catalunya, Esther Giménez-Salinas, que anunció la obertura de una actuación de oficio por el cierre del equipamiento: "La institución, preocupada por la situación, ha abierto una actuación de oficio y ha pedido información al Ayuntamiento sobre las alternativas y los recursos que se han ofrecido a las personas afectadas con el objetivo de evitar se vean abocadas a volver a la calle". Juan Fernández respondió de la siguiente manera a la Síndica: "Santa Coloma, por ejemplo, tampoco tiene albergue, así que la Síndica también podría llamarles a ellos". "El servicio de albergue no se puede eternizar, nosotros no podemos darle techo a una persona de por vida y de forma gratuita, eso no puede ser porque hay muchas personas en esta situación", remató Fernández.

Se da la casualidad que de manera prácticamente simultánea a la confirmación del cierre del albergue, el Ayuntamiento de Badalona licitó el contrato de obras de reforma de las instalaciones de Can Bofí Vell. Se trata de trabajos de adecuación de las instalaciones tales como la instalación de vestuariosbañosduchaslavandería o salas para los usuarios y el personal. Unos trabajos pendientes prácticamente desde que la propia Suara empezase a gestionar el centro, ya que la memoria del proyecto está redactada en mayo de 2021: "¿Ahora que ya no estamos, piensan poner las duchas?", se pregunta Rocío al conocer la noticia.

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